Objetivos

El objetivo general del Proyecto Pro Human Biolaw es aumentar la capacidad de nuestras instituciones asociadas para profundizar y consolidar la enseñanza e investigación en el campo del Bioderecho, proporcionando a los sectores públicos y privados relacionados con la salud, el derecho, el medio ambiente y las nuevas tecnologías el personal necesario y la experiencia debida para ofrecer una respuesta jurídico-valórica a los dilemas biojurídicos y bioéticos actuales. Todo ello bajo la perspectiva de los Derechos Humanos y en atención a los atributos de dignidad que corresponden a toda persona como tal y en relación con su entorno en el momento presente y cara a las generaciones futuras.

Para lograr este objetivo genérico, el consorcio considera que se deben incidir en la consecución de seis objetivos específicos.

  • En primer lugar, es preciso desarrollar una oferta académica nueva e innovadora en el ámbito del bioderecho a nivel profesional y en los estudios oficiales en todas sus escalas. Se trata de una oferta que no existe en la mayoría de las instituciones asociadas y que debe implantarse como una herramienta básica para capacitar a nuevos profesionales e investigadores. La participación, el trabajo compartido entre distintos equipos académicos y la confección de cursos que integren la perspectiva multidisciplinar y ofrezcan una estructura común de contenidos, son las directrices que han de marcar el camino a seguir, proporcionando contenidos adaptables y capaces de modificarse y ajustarse a medida que surjan nuevos desafíos en el futuro. El proceso que ha de seguirse para definir los contenidos, basado en la prospección y contactos con los sectores de interés, y las sugerencias emanadas de la recopilación e integración de los datos obtenidos, ha de actuar también como un medio de difusión y una forma de ampliar el conocimiento e involucrar a los sectores destinatarios de las temáticas que se aborden.
  • En segundo lugar, se ha de incrementar la cantidad de recursos humanos de alta capacitación disponibles en las universidades asociadas y en los sectores profesionales afectados. El reto es llegar a un elevado número de personas y dotar de una capacitación rigurosa implementada con los cursos, fondo documental y actividades conexas previstas.
  • En tercer lugar, se debe impulsar la enseñanza y el aprendizaje on-line en las instituciones socias. Una vez equipadas con la tecnología necesaria, se podrá llegar a docentes, estudiantes y profesionales sin necesidad de la presencialidad que exige la academia tradicional, removiendo así los obstáculos que dificultan el acceso a la educación superior debido a limitaciones profesionales, familiares o de ubicación geográfica. El lanzamiento de una cultura de aprendizaje en red eliminará las barreras para la adquisición de conocimiento y aumentará la innovación, la visibilidad y la capacidad de incursión a nivel nacional e internacional. Es necesario crear desde el proyecto una comunidad científica multidisciplinar de académicos y no académicos en cada país socio y que sea lo suficientemente grande como para satisfacer las necesidades de todos los asociados. Esta es la única forma de garantizar que las instituciones participantes en el proyecto continúen proporcionando habilidades, investigando, desarrollando la ciencia del bioderecho en sus respectivos ámbitos y transfiriendo resultados a la sociedad en general.
  • En cuarto lugar, y en referencia a los socios latinoamericanos como destinatarios primarios del proyecto, se ha de lograr que, gracias a las nuevas tecnologías para el aprendizaje en red, se preste formación a un gran número de profesionales y estudiantes que permita paliar la escasez de personal especializado y la falta de programas de capacitación dirigidos a dar respuesta a las demandas de asesoramiento y formación existentes. Tanto el ámbito sanitario, como el que incide sobre las nuevas tecnologías, las cuestiones medio ambientales y la salud en general, precisa de personal capacitado para afrontar los desafíos de la biomedicina, la biotecnología y la informática avanzada desde planteamientos éticos, con el aval de la ciencia y bajo el marco de los derechos humanos como garantes de la dignidad y del legado a las generaciones futuras.
  • En quinto lugar, se ha de conseguir una difusión adecuada de la ciencia del bioderecho. Lo que se pretende es introducir el amplio elenco de temáticas que aborda en el seno del debate social y en los diferentes ámbitos profesionales. Las reuniones científicas y los congresos de divulgación y profundización programados han de cumplir con su finalidad de aproximar, tanto a la ciudadanía como a los grupos de expertos, las grandes cuestiones que se debaten en este siglo XXI y que están revolucionando el desarrollo y avance tecnocientífico en el ámbito de lo que es el ser humano, sus atributos y los derechos más primarios que le corresponden.
  • En sexto y último lugar, y como objetivo bien definido en la programación del proyecto, se implantarán unos estudios de doctorado en bioderecho de amplio espectro. Con ello se avanzará en una formación de alto nivel en el seno de las sociedades mexicana y costarricense en conjunción con la experiencia española y las aportaciones conexas de especialistas franceses e italianos. Un doctorado en bioderecho que aspira a ser un título conjunto a nivel internacional expedido, en su inicio, por instituciones de educación superior españolas, mexicanas y costarricenses.