Consorcio
El consorcio creado para el desarrollo del proyecto Pro Human Biolaw es fruto de unas relaciones consolidadas a lo largo de años de trabajo en común. Con todas las instituciones asociadas se viene colaborando en el ámbito del bioderecho a través de fórmulas diversas y en correspondencia con los sectores específicos que se abordan desde esta ciencia. A nivel europeo, con la Universidad francesa de Lille se mantiene una intensa relación en el ámbito de nuevas tecnologías y bioderecho, hasta el punto de disponer de unos estudios oficiales de Máster que se ofertan de forma conjunta con la Universidad de Murcia. Las Universidades de la Campania y Federico II de Nápoles (Italia) son, desde hace bastantes años, unos socios destacados a nivel de investigación; el convenio suscrito entre la Universidad de Murcia y el Centro Interuniversitario di Ricerca Bioetica de Nápoles (en donde, entre otras, están los Centros Universitarios citados), ha permitido generar publicaciones conjuntas y diversas reuniones científicas en temáticas emergentes de bioderecho. A nivel latinoamericano, con las Universidades mexicanas de Guadalajara y San Luis Potosí, la colaboración a nivel docente e investigador es de larga tradición, no sólo con el intercambio de personal docente y alumnado, sino también a través de convenios específicos en la materia, como el suscrito con el Comité de Ética en la Investigación del Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, o el doctorado conjunto en Bioderecho ofertado por la Universidad de Murcia y la de San Luis Potosí en el que tiene una alta incidencia el tratamiento de los Derechos Humanos. En el ámbito costarricense, junto a los convenios suscritos en materia docente e investigadora tanto con la Universidad de Costa Rica como con el Tecnológico de Costa Rica, se viene llevando a cabo una intensa colaboración en cursos de formación en bioderecho, participación conjunta en reuniones científicas relacionadas con la materia y desarrollo de actividades relacionadas con la temática medio ambiental.
Todo ello nos ha permitido crear un consorcio que surge de una experiencia colaborativa contrastada, en la que el hilo conductor es el desarrollo de las temáticas propias del bioderecho en sus diferentes ámbitos. Salud y biomedicina, nuevas tecnologías, medio ambiente y derechos humanos conforman la existencia de unos equipos interdisciplinares cuyo objetivo es dar respuestas ético-jurídicas a los retos que plantea el avance y descubrimientos de la ciencia moderna; se trata, entre otras cosas, de poner en conexión la experiencia europea con las demandas y eclosión de la temática en los países del entorno latinoamericano.
Pro Human Biolaw es una fórmula que va a permitir aproximar los distintos saberes, abrir nuevas vías de trabajo, difundir la realidad actual del bioderecho, estructurar una prospección rigurosa de las necesidades de la sociedad, ofertar una formación que capacite a profesionales y docentes y consolidar una red internacional en bioderecho.